Medicina general, Psicología |
La depresión pasa a ser parte de la psicología, pues involucra lo que es la conducta del hombre, debiendo ser tratada por un profesional para en un primer plano tratar su causa o indagar en ello, y así proceder con el tratamiento que según el caso o naturaleza de la causa corresponde. En ocasiones, la depresión puede deberse a situaciones personales, bien sea en una relación, desequilibrio social o económico, entre otras problemáticas que sin duda pueden configurarse como causas desencadenadoras del problema. Pero también puede considerarse causa significativa el abundante estrés, lo que ocasiona que la persona se agobie y por ende pierda el control de su vida. Hay muchas formas de combatir la depresión, pero el primer paso debe ser siempre acudir a una consulta de psicología, pues se requiere de la orientación de alguien formado en el área para profundizar en la causa y establecer el tratamiento. Métodos par combatir la depresión Siendo la depresión una de las patologías consideradas más dañinas se hace necesario actuar de forma inmediata para su diagnostico y posterior tratamiento. Uno de los métodos para combatir la depresión es llevar una vida activa, siendo recomendable para quienes padecen de depresión que practiquen actividad física. De esta manera estarán despejando su mente y ocupando el tiempo en otras cosas que lo alejaran de este estado. Otra recomendación para combatir este padecimiento, se refiere a establecer un horario para ir a la cama. Es necesario regular las horas de sueño para evitar el insomnio, siendo un factor que puede empeorar la situación. Esto va a permitir que la persona que padece depresión poco...
Medicina general, Terapias |
Respiramos unas 14 veces por minuto, más de 20.000 veces al día, y por lo menos 526 millones de veces en el transcurso de una vida media. Casi todas esas respiraciones son automáticas; por norma general, la respiración requiere tan poco pensamiento como bombear sangre o digerir la comida. Sin embargo, a pesar de la práctica que tenemos, casi todos lo hacemos mal. La razón es que casi nadie utiliza el diafragma como es debido: es decir, como el músculo principal para la respiración. Es consecuencia de la vida moderna. El estrés crónico, los hábitos repetitivos y la mala ergonomía provocan que el diafragma se utilice de manera deficiente. En lugar de ayudarnos a respirar, se redirige para que corrija la postura y dé estabilidad. El resultado es desastroso. No importa si eres un fumador de 80 años, un corredor olímpico de veintitrés o un tío acostumbrado a hacer deporte: lo más probable es que ahora mismo estés respirando de una forma que inunda tu cuerpo de hormonas del estrés, que dificulta la función de las articulaciones y la movilidad, que bloquea la energía y que repercute en tu rendimiento en el gimnasio y en la vida diaria. A razón de catorce veces por minuto, nos volvemos cada vez más débiles y más apagados. Lo que tienes que hacer es modificar ese patrón. El paso número uno para lograrlo es entender cómo está organizado el cuerpo. Por fuera, perfecto pero por dentro… Tenemos el hígado a la derecha y el bazo a la izquierda. Nuestro corazón se halla en la parte superior de la caja torácica y ocupa...
Medicina general, Psicología |
Muchas personas asocian la psicología con lo que no funciona en torno a una persona, influenciados por la historia de la psicopatología. Pero, según un prestigioso gabinete de psicólogos (especialistas entre otras, a la Terapia de parejas en Málaga), la subdisciplina de la Psicología Positiva facilita conocer los recursos con que contamos, como seres humanos, para empezar a «construir» a partir de los rasgos positivos que hay en nuestra vida, como nuestras fortalezas. Martin Seligman y Chris Peterson definieron 24 fortalezas que, según estos estudiosos, todos tenemos en mayor o menor medida, y las agruparon en 6 categorías creando el modelo «Values in Action«: Pensamiento: fortalezas cognitivas de la adquisición y uso del conocimiento 1. Creatividad: pensar en nuevos y productivos caminos de hacer las cosas y adaptarse a ellos. Incluye la creación artística pero va más allá. 2. Curiosidad: mostrar interés por temas y apertura de mente. Explorar y descubrir aspectos nuevos en el mundo por la misma experiencia. 3. Juicio: pensar y analizar las cosas desde todas sus partes. No sacar conclusiones anticipadas. Ser capaz de cambiar de opinión a partir de la evidencia 4. Pasión por aprender: dominar nuevas materias y competencias. Sistematizar el aprendizaje continuo de conocimientos. 5. Perspectiva: ser capaz de ofrecer consejo a otros. Buscar la sensatez con uno mismo y los demás. Coraje: fortalezas emocionales de consecución de metas ante dificultades 6. Valentía: no dejarse intimidar ante amenazas externas, cambios, dificultades o el dolor. Ser capaz de defender la propia postura y actuar según convicciones internas, aunque se encuentren oposiciones o críticas. Incluye la parte física pero va más allá. 7. Persistencia:...